Viaje a Ghana - Conclusiones
No existe "la solución para los países pobres". Así como en un país como Etiopía vimos que el problema era en gran parte cultural, en Ghana existe una mentalidad emprendedora, o al menos así lo percibimos nosotros. Cada región pobre tiene sus propios problemas, culturales, económicos, bélicos,... y la solución tiene que partir de la propia región o de personas comprometidas que conozcan los problemas. En este viaje apostamos por STAESA, conocimos a Simon y decidimos seguir trabajando con él y su organización en el proyecto del orfanato de Denu. El tiempo nos dirá si esta es la forma correcta de trabajar por cambiar un poco el mundo.
Lo que tenemos cada vez más claro es que lo que podemos aportar desde nuestro mundo rico a los países pobres o en desarrollo no es más que recursos económicos y oportunidades para conseguir materiales o herramientas a un coste más bajo que el habitual allí (hablamos no sólo de palas y cemento, sino de ordenadores también, por ejemplo). Ellos saben muy bien lo que tienen que hacer y cómo hacerlo, pero se ven atados de pies y manos por la carencia de medios y de apoyos gubernamentales.
Y las personas como Simon, que desde allí quieren mejorar la situación de su gente, necesitan algo más, algo muy importante: la percepción de que nuestras intervenciones o aportaciones no son algo puntual, sino que forman parte de un proyecto a largo plazo. Eso da la fuerza necesaria para seguir adelante y no desesperar ante los inevitables obstáculos que vamos a encontrar.
